sábado, 2 de mayo de 2015

Federico Chueca y el Pasodoble Dos de Mayo.

De la genial inspiración del músico de Madrid por excelencia, Federico Chueca, nació el pasodoble El Dos de Mayo, para conmemorar el primer centenario del alzamiento del pueblo madrileño contra las tropas del arrogante masón Napoleón Bonaparte. Fue la última obra que compondría el autor de La Gran Vía, pues dos meses más tarde, en junio de 1908, fallecería el creador de los inmortales “Ratas, Menegilda y Caballero de Gracia”. “El Dos de Mayo” se estrenó  en los salones del  Círculo de Bellas Artes   en el mes de abril. Es una obra como todas las de Chueca, excelente. El pasodoble en si alcanzó gran fama a través de la Banda de Música Republicana que había sustituido con la caída del Rey Alfonso XIII a la extraordinaria Banda de los Alabarderos. En el Madrid rojo de 1936, la Banda republicana  en todos sus pasacalles y conciertos, incluía siempre  esta partitura del castizo Chueca, como homenaje a la gesta del pueblo contra el invasor francés. Eran tiempos del “No pasarán” que como demostró con su música y voz la gran vedette de revista, Celia Gámez, se quedó en una frase vacía y hueca. El 28 de marzo de 1939 las tropas Nacionales “ya hemos pasaó”, se plantaron en  el corazón atormentado de la gran capital que había sufrido tres años de penurias y asedio.

jueves, 30 de abril de 2015

1852. Doña Juana de Vega y Martínez. De la visita de los duques de Montpensier a la epidemia de cólera.

Los salones de la casa de Doña Juana de Vega en la calle Real 56, tuvieron durante el mes de julio de aquel año de 1852 una frenética actividad. Eran por derecho propio un lugar emblemático de las reuniones de carácter liberal de conocidos y distinguidos coruñeses.

Juana de Vega y Martínez había nacido en la Coruña, el día siete de marzo de 1805 en el seno de una familia muy acomodada, de principios liberales que cultivaba las letras, artes y humanidades.

El día de Navidad de 1821 cuando Juana contaba tan sólo dieciséis años, se casa por poderes en su domicilio de la calle Real, con el gran patriota, destacado participe en la guerra de la Independencia contra los ejércitos del despótico Napoleón Bonaparte, el navarro Francisco Espoz e Ilundain más conocido como Espoz y Mina que alcanzaría por méritos de guerra el grado de mariscal de campo de los ejércitos españoles. Aquel matrimonio se llevó a cabo con inusitada celeridad debido a que el general Espoz y Mina había sido relevado de su mando al frente de la capitanía general de Galicia y obligado a salir con premura de la ciudad coruñesa con destino a León. En León el matrimonio vivirá feliz por espacio de seis meses hasta que Espoz es nombrado Capitán General de Cataluña. Él matrimonio se trasladará a Barcelona pero la joven Juana regresará de inmediato a La Coruña para reponerse de una grave enfermedad.